Sobre los tres puntos, y empezando por el último, el gobierno venezolano (con razón) ha dicho que no tiene sentido seguir dialogando si no se cumplen los acuerdos. En noviembre del año pasado se firmó un acuerdo para liberar 3 mil millones de dólares en fondos venezolanos congelados en el extranjero. Los recursos se usarían a través de agencias de la ONU en salud, educación y reparación de infraestructuras.

No obstante, la oposición y sus aliados (que congelaron las cuentas venezolanas) no han cumplido el acuerdo. No es descabellado pensar que EE.UU. busca presionar al gobierno venezolano de todas las formas posibles.