Cuando finalizó la segunda guerra mundial, a fin de castigar a los culpables de tan abominable hecho que causó la muerte a 60 millones de personas (el 2,5% de la población del planeta en ese entonces) se realizó el juicio de Núremberg. Uno de sus objetivos principales fue llevar a cabo un juicio justo y tener un rol concreto en la prevención de genocidios en el futuro. A pesar de los esfuerzos de los fiscales soviéticos, sus colegas occidentales se preocuparon de “suavizar” las penas y salvaguardar a muchos criminales.

Gracias al apoyo de Estados Unidos, el Vaticano, la Cruz Roja Internacional, la España franquista y la Italia derrotada pero con una fuerte presencia de las huestes de Mussolini, el nazismo y el fascismo sobrevivieron y hoy toman cuerpo en Europa (las elecciones del pasado domingo en Austria son claro reflejo de esta situación) , en América Latina y en otras regiones del mundo. Ayer, en Austria, al igual que Hitler, los fascistas llegaron al poder por vía electoral.

La extirpación no concluida del nazismo hoy le está pasando cuenta al mundo. El sionismo como corriente nacionalista reaccionaria y expresión de la extrema derecha racista surgida a finales del siglo XIX en Europa sustenta su ejecutoria en el mito de la superioridad racial y la exclusividad de los judíos. Al igual que Estados Unidos, el sionismo considera que el territorio ocupado es una tierra prometida por Dios. Se sustenta en un exacerbado chovinismo, anticomunismo y el nacionalismo extremo. Eso les permite justificar el exterminio de los palestinos y los árabes.

Me preguntó si habrá que esperar a que termine la guerra en Asia Occidental con la derrota [sionista] para organizar un nuevo Núremberg, o si será necesario que Rusia, otro país o alianza de países, realicen una nueva Operación Militar Especial, para que al igual que en Ucrania se logre paralizar el desarrollo del genocidio en curso.

¿Y qué dirán los “civilizados” europeos, las social democracias y la izquierda cobarde cuando ello ocurra? ¿O es que caso debemos seguir mirando desde la tranquilidad de nuestros hogares y de nuestras vidas como el mundo no es capaz de organizarse ni siquiera para evitar la muerte en masa de decenas de miles de personas? En la conciencia de la habitantes de este planeta pesará la carga por la incapacidad y la complicidad con este genocidio.

Ya no bastan las declaraciones de rechazo y repudio, hay que pasar a la acción y hay múltiples formas de hacerlo en términos políticos, jurídicos, económicos y militares, pero lo repito una vez más, la iniciativa debe venir del mundo árabe y musulmán porque esperar que Occidente y en primer lugar Europa hagan algo, no es más que una quimera. Más que más, son ellos los ejecutores de los peores genocidios en la historia de la humanidad. Así se hicieron ricos y poderosos: a través de la muerte, la usurpación, el robo, la piratería, el latrocinio, la depredación, el saqueo y la rapiña. Esos son los instrumentos que le permitieron transformarse en “jardín”, recuerden… el resto solo somos “selva”.