Y eso a pesar de que la representante del estado de Georgia Ruwa Romman -la primera mujer musulmana elegida para la Cámara de Georgia y que estaba entre los que el «Movimiento de los No Comprometidos» eligió para hablar en el DNC- quería que los demócratas derrotaran a Trump.
Unos 300 delegados se unieron a una protesta de 30 delegados «no comprometidos» a las puertas de la sala, exigiendo el derecho a hablar. Cuando Romman dio su discurso fuera del centro de convenciones, llamó la atención sobre el gran número de delegados del PD que llevaban pins y keffiyehs palestinos.
¿Tenían miedo Harris y sus asesores de que cualquier llamamiento a favor de Palestina despertara una lucha dentro de la convención? Como consecuencia de la censura, «Muslim Women for Harris (Mujeres musulmanas para Harris)» retiró su apoyo a Harris y se disolvió. Y eso a pesar de que el grupo sabía muy claramente que Trump es su enemigo, y lo dijo.
Así, Harris y los propios demócratas se arriesgaron a perder las elecciones ante Trump antes que dar la más mínima apariencia de dejar de apoyar el genocidio […] en Gaza. Esta indicación de las propias prioridades del Partido Demócrata es otra prueba de la necesidad de que el movimiento obrero se organice independientemente de los dos grandes partidos capitalistas y por qué MO/WW Obrero insta a sus lectores a no votar ni a Trump ni a Harris.