Las masas propalestinas de Egipto y Türkiye, cuyos regímenes reaccionarios tienen un sórdido historial de complicidad con [la neocolonia], han presionado a esos regímenes para que se distancien del Estado sionista. Por eso Egipto y Türkiye se unieron al caso que Sudáfrica presentó ante la Corte Internacional de Justicia a finales de 2023 y que acusaba a [la neocolonia] de cometer genocidio en Gaza.

Todos estos acontecimientos y otros más demuestran que los días del ilegal Estado [neocolonial], construido a lomos de las masacres, los desplazamientos masivos y el colonialismo racista de los colonos durante los últimos 76 años, están contados. Y no hay nada que el régimen […] pueda hacer —incluso con el apoyo de su mayor aliado imperialista— para invertir esta tendencia creciente de aislamiento y resistencia en todos los frentes.