Antes del 7 de octubre, los sionistas incluso calcularon científicamente la ingesta calórica de cada palestino para controlar la cantidad de alimentos y “poner a Gaza a dieta”. Las condiciones de vida siguen empeorando y el pueblo palestino está siendo conducido lentamente a la muerte en masa.

En Cisjordania, los palestinos son objeto de redadas, asesinatos y pogromos por parte de colonos que asesinan con impunidad. Es dentro de esta horrible situación que se crearon las condiciones que llevaron a la Operación Inundación de Al-Aqsa el 7 de octubre. A los palestinos les queda la opción de vivir en bantustanes cada vez más pequeños o luchar por su resistencia por cualquier medio necesario.

Debemos profundizar la lucha contra Estados Unidos, la Unión Europea, la OTAN, el régimen sionista y sus representantes. Debemos seguir educando a la gente y, para los que están en los Estados de la UE y la OTAN, debemos persuadir a la gente de que abandonar la UE y la OTAN conducirá a un mundo más justo y pacífico. Debemos luchar para cerrar las bases estadounidenses en nuestros países.

Debemos aumentar nuestras actividades y acciones antiimperialistas y antibélicas. Palestina será libre cuando el imperialismo occidental y el sionismo sean derrotados. Nuestra contribución a la resistencia palestina es nuestra lucha continua tanto en el país como en el extranjero para derrotar al imperialismo y al sionismo de EE.UU., la UE y la OTAN.