Debemos señalar aquí que el ejército estadounidense ha dado el ejemplo para la arrogante agresión [neocolonial] en territorio diplomático soberano cuando, durante la guerra de EE.UU./OTAN contra Yugoslavia en 1999, el Pentágono bombardeó la embajada china en Belgrado.

La respuesta defensiva de Irán el 13 de abril marca la primera vez que Irán responde directamente a un ataque [neo]imperialista contra su territorio. Los dirigentes iraníes han demostrado que tienen la capacidad de devolver el golpe si [el neocolonialismo] vuelve a cometer una agresión contra Irán. La solidaridad mundial sin precedentes por la liberación de Palestina desde la Inundación de Al-Aqsa del 7 de octubre ha despertado una apreciación mundial de que el papel de Irán en el eje de la resistencia es de solidaridad con el pueblo asediado y oprimido de Palestina.

El movimiento en Estados Unidos que ha asumido la tarea de detener la guerra genocida [neocolonial] contra Gaza también debería percibir la acción de Irán como parte de ese movimiento para defender al pueblo de Gaza y decir tanto al régimen de Netanyahu como al de Biden: “¡NO a la guerra contra Irán!”